
Ashwagandha: ¿por qué todo el mundo habla de ella?
Vamos al grano: la ashwagandha no es un hechizo ni una moda pasajera, aunque suene a algo que tomaría Gandalf antes de una batalla. Es una raíz que se ha usado durante siglos en la medicina ayurvédica y ahora se ha colado en tés, cápsulas y hasta barritas energéticas.
Pero, ¿de verdad sirve para algo o es otra promesa de calma en formato sobre?
¿Qué es exactamente?
La ashwagandha (sí, se escribe así, aunque el corrector diga lo contrario) es una planta adaptógena. Eso significa que ayuda a tu cuerpo a gestionar mejor el estrés, el cansancio y el caos diario. No lo elimina, pero te ayuda a llevarlo sin desbordarte.
¿Y de verdad funciona?
Depende. Si esperas que te deje en modo zen flotando por la casa, no.
Pero si lo que necesitas es no salir corriendo en mitad de una reunión o dejar de darle vueltas a todo a las 3 de la mañana… puede ayudar.
No es magia, es constancia. Funciona mejor cuando la tomas a diario, no cuando ya estás al borde del colapso.
¿Por qué es un ingrediente que ofrecemos en Alicia TEA LAB?
Porque no todas las infusiones relajantes tienen que saber a menta o valeriana. La ashwagandha tiene un sabor terroso y suave que, combinado con otras plantas, queda muy bien y ayuda a frenar un poco la rueda mental.
Lo que puedes esperar:
- Una ayuda natural para gestionar el estrés del día a día.
- Un ingrediente que acompaña, no que adormece.
- Un sabor que sorprende (para bien).
- Y cero efectos secundarios raros.